recibos y facturas no, dimisión sí

El día nueve del pasado mayo publicaba yo aquí una entrada que se titulaba:

Que se vayan a la mierda, o el goiri contraataca.

Al final de la misma, en un flash de urgencia, recogía una noticia que consideré importante y que venía al hilo de la entrada. Decía en mi flash:

P.S.: pi, pi, pi, pi, ¡¡¡Urgente-última hora!!!! Denunciado por malversación el presidente del Tribunal Supremo

En el enlace de El País Divar decía estar muy tranquilo, que “podía presentar todos los recibos y facturas de sus viajes”. Hoy, mes y medio después, dom Divar dimite, en lugar de presentar recibos y facturas ha decidido presentar su dimisión. Qué cosas. Con la conciencia muy tranquila ante su dios, eso sí, que es muy pío nuestro don Carlos.

La verdad es que releyendo mi entrada aludida y lo que decía El País, se ve que se cumple el así llamado Axioma de Rajoy, mirad mi entrada de hace tres días, con exactitud y precisión. Es curioso cuánto y cómo se puede emputecer la vida de una nación en mes y medio bajo el Rajoyato. Es inaudito el cuánto y el cómo. ¿Qué pasará en noviembre? ¿Corralito? Con semejante tropa al frente cualquier cosa es posible.

De momento me voy a pochar unas cebollas con su vino blanco y su canesú, que pretendo comer hígado de cordero encebollado y estas cosas hay que cogerlas con tiempo y respeto. Son las 12h 54 min., así que no voy mal, puede salir bien el plato, sin atropellos, sobresaltos ni prisas. Amén. Y mientras se pochan al tran tran me tomaré un porrón de cerveza con gaseosa. A vuestra salud, cuidadanos.