dolor e impotencia

La entrada de ayer convocaba a las risas y la de hoy sólo puede convocar al dolor. Así es la vida. Así de cabrona y de jodida.

El dolor de hoy es un dolor acrecentado sobre un muy viejo dolor, demasiado viejo ya. Curiosamente es un dolor que me ha acompañado, es mi coetáneo,  a lo largo de toda mi vida; lo conozco desde siempre y ése dolor no es otro que el dolor de la situación de opresión y ocupación que sufre el pueblo palestino desde el año 1.948. Ya desde 1.882 Palestina se fue ocupando con inmigrantes judíos y en la primera mitad del siglo pasado las acciones terroristas de los judíos, necesarias según ellos para “hacer sitio” al Estado Judío, fueron in crescendo hasta la voladura del Hotel Rey David en 1.946 acción comandada por Menahem Beguin. En los años siguientes las acciones terroristas de los judíos crecieron  hasta que se consiguió la creación del Estado de Israel. Así pues los padres de la patria, y futuros primeros ministros o presidentes del estado, JAIM WEIZMAN, BEN GURION, MOSHE SHARET, GOLDA MEIR, MENAHEM BEGUIN fueron previamente terroristas puros y duros, en la acción o en la dirección. En años sucesivos las expulsiones, la guerra del 57, la del 64, la de…….

¡Pero basta ya! Cesen las palabras y que una historia tan negra, tan dura y tan cruel no nos impida buscar lo que anhelamos todos y, claro, muy especialmente el pueblo palestino. Ansiamos la Paz. Queremos la Paz. Exigimos la Paz. Paz. Paz. Paz.

Paz: para que el pueblo palestino pueda vivir y no ser sometido a continuos bloqueos y a sitios por hambre.

Paz: Para que un ejército hostil no pueda, desde la más absoluta impunidad, bombardear a poblaciones indefensas en un ejercicio cobarde y vil de tiro al pim-pam-pum. ¿Dónde están la proporcionalidad, dónde el equilibrio de fuerzas, dónde el honor y el orgullo que tanto reclaman y proclaman estos ejércitos?

Paz: Para que el lento paso del tiempo vaya curando tantas heridas y lacerías, para que los odios mamados desde la cuna se vayan oxidando y degradando como ahora se oxidan el amor, el olvido y el perdón.

Se podría escribir y escribir y escribir……. ¡Pero basta ya! Desde la impotencia más absoluta, desde un rincón del imperio, quiero expresar mi solidaridad en este momento con el Pueblo Palestino. Las imágenes de una ciudad masacrada por ¡ochenta aviones F-16! en una estrecha franja de tierra llena de dolor mi corazón; me imagino el ruido, los temblores, las explosiones, el crepitar de cosas y casas, los niños y madres aturdidos y espantados, me imagino …… ¡Cuánto dolor acumulado! Y mientras tanto los EE.UU. señalando a HAMAS como única fuerza responsable del desastre y EUROPA, como conjunto, mirando hacia otra parte y haciendo de sayón ridículo del imperio.

Como aquí nadie da puntada sin hilo, permanezcamos atentos estos días a la evolución del precio del petróleo. ¡Permanezcan atentos a la pantalla!

PAZ. PAZ.PAZ.